12.7.13

La mujer y el gigante (castellano oxidado)

Un día se ha ido al doctor, éste se la examinó por dentro concluyendo que su vientre era un feo deserto. Así que la mujer se ha ido a casa comer una manzana con hueso, luego se le creció el manzano más grande que hacía sombra en mitad del mundo.
El gigante solamente solía hablar cuando viento venia, pero al igual todos lo creían mudo. Entonces, la mujer lo amaba aún más y acariciando sus hojas vacías, se le decía – «no te preocupes hijo, has nacido para escuchar».
Después, han venido hombres que han mandado construir una muralla en redor, y se fueran; otros hombres se la erguieran, y se fueran. Ahí era donde la mujer disponía los frutos más bonitos, se los frotaba en las mangas del suéter para que se quedasen brillantes, pero no había quien los quisiera, acabando por caer en la mitad soleada ya podridos.

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